jueves, 3 de mayo de 2018

CURIOSIDAD --- El yacimiento de Atapuerca y el ferrocarril


Como ocurre con frecuencia con los yacimientos prehistóricos, el descubrimiento de Atapuerca se debió al azar. En este caso, los yacimientos de la Trinchera no se hubieran encontrado de no ser por una gran obra de construcción decimonónica. Hacia finales del siglo XIX España estaba incorporándose a la revolución industrial. Las primeras siderurgias vascas crearon un polo de atracción económico regional, que a su vez activó las zonas más próximas, como Burgos. La alta tecnología del momento demandaba carbón y mineral de hierro en enormes cantidades. Los yacimientos de León y Asturias estaban en plena explotación, pero hacía falta más. La Sierra de la Demanda, a unos 50 kilómetros al este de Burgos, tiene vetas de hulla y de mineral de hierro que podían convertirse en minas, siempre que fuera posible llevar el material a Vizcaya, donde estaban los altos hornos. En aquella época sólo había una solución: hacía falta un ferrocarril. Un emprendedor británico, Richard Preece Williams, se preocupó de ambos proyectos, dado que estaban relacionados. Así, invirtió en minas en varios pueblos de la Sierra de la Demanda, como Pineda, Riocavado, Barbadillo de Herreros, Monterrubio de la Demanda o Valle de Valdelaguna, y se dispuso a construir un ferrocarril minero.

Para ello creó una compañía, The Sierra Company Limited, encargada de construir una línea férrea de vía estrecha desde Monterrubio de la Demanda a Villafría, a las puertas de Burgos. La idea era transportar el carbón y el mineral de hierro desde la Sierra de la Demanda hasta el enlace con la línea Burgos-Bilbao, desde donde podía ser transportado a las siderurgias vascas. El permiso para iniciar las obras fue concedido en 1896, año en que comenzó la construcción, que fue difícil y cara. La compañía contrató 1.500 operarios para llevar a cabo los 65 kilómetros de la obra total, que estuvo acabada en 1901. Una subvención de la Diputación aseguró que su carácter no sería exclusivamente minero; como condición para recibir el dinero, The Sierra Company tuvo que comprometerse a transportar pasajeros y mercancías.

Para ello se compraron cuatro locomotoras de vapor y diverso material móvil.Sin embargo, la línea nunca llegó a consolidarse económicamente, debido a los elevados precios que impuso Ferrocarriles del Norte, encargada del transporte desde Villafría a Vizcaya. Hacia 1910 la línea férrea dejó de funcionar, y en 1917 la sociedad Vasco-Castellana, heredera de The Sierra Limited Company, quebró y desapareció definitivamente. Aún hoy se conservan puentes, taludes, túneles y estaciones de aquel ferrocarril. Fueron las obras de este ferrocarril las que dejaron al descubierto los yacimientos, al atravesar las estribaciones de la Sierra de Atapuerca para abrir camino a las vías.

Fuente: Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII)