lunes, 19 de diciembre de 2016

NOTICIAS - Así conviven perros y viajeros en metro: algunas cacas, sin bozales y ni una multa


Cinco meses "sin destacadas incidencias". Así resume la consejería de Transportes el nuevo periodo que se abrió en julio en la red de metro de Madrid, cuando el Gobierno regional presidido por Cristina Cifuentes decidió cambiar el reglamento de viajeros para que los perros puedan viajar con sus dueños. Eso sí, cumpliendo ciertos requisitos. Desde entonces una media de 370 canes acceden cada día al suburbano madrileño. ¿Problemas? Pocos, destacan desde Transportes, una valoración a la que suman los sindicatos CCOO y UGT, que señalan que los nuevos viajeros caninos "no han deteriorado el servicio".

¿Cuáles son las incidencias más destacadas? La principal, que algunos dueños no llevan a sus mascotas con bozal, uno de los requisitos de la normativa. Sobre todo en razas pequeñas, como el carlino o el pug. Muchos de los dueños alegan que son animales con dificultades para respirar y que el bozal es un grave problema para ellos, señalan desde Transportes. Otras incidencias son uno poco más olorosas, ya que algunos dueños se 'olvidan' de recoger las heces que han hecho sus mascotas dentro del suburbano. "Son casos puntuales, pero se han dado", señalan desde los sindicatos.

El carácter cívico de los usuarios ha predominado. El reglamento de viajeros, no obstante, no incluye multas económicas para aquellos que no respeten el artículo que regula el acceso de animales. Solo se "consideran infracciones la utilización incorrecta de los títulos de transporte, y fumar o llevar el cigarro encendido en todos los coches, escaleras mecánicas y dependencias que integran la red del Ferrocarril Metropolitano de Madrid". En el metro también se aplica el Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres. "No ha habido multas", destacan desde la consejería. "Los trabajadores de Metro solo aperciben a los viajeros que no cumplen la normativa de los animales".

Antes de modificar el reglamento solo podían acceder al metro animales pequeños y domésticos que debían viajar en receptáculos adaptados para el transporte de mascotas "y que no resultaran peligrosos ni molestos para el resto de viajeros debido a su morfología, volumen, ruido u olor". También se permitía la entrada de perros de asistencia personal, como perros guías acompañantes de personas invidentes, perros guías en proceso de adiestramiento acompañados de sus entrenadores, "y perros adiestrados para asistencia personal especial". En todos estos casos, el perro debe de llevar un chaleco o distintivo a la vista de su condición de asistente especial. Esto se mantiene.

Un can por persona

La nueva normativa solo permite el acceso a la red de metro a los perros que estén correctamente identificados mediante chip. Solo se permite un can por viajero. Desde que entra al suburbano hasta que sale el animal deberá llevar bozal y sujeto con una correa "extensible o no, de una longitud que no supere los 50 centímetros". El perro debe viajar en el último vagón del convoy y no podrá, en ningún caso, ocupar asientos. Los viajeros con perro sí pueden utilizar los ascensores siempre "que su grado de ocupación lo permita". En ningún caso podrán utilizar escaleras mecánicas o pasillos rodantes. En Madrid hay 274.770 perros, según el último censo municipal de junio de 2016.

En cuanto a las limitaciones por franjas horarias, los perros no podrán entrar de lunes a viernes en las horas de mayor afluencia, es decir, durante los periodos de hora punta de mañana y de tarde: de 7:30 a 9:30 horas, de 14:00 a 16:00 horas y de 18:00 a 20:00 horas. Durante los meses de julio y agosto, todos los fines de semana del año y en festivos, el acceso se podrá realizar libremente sin limitación alguna.

Fuente: Periódico digital El Confidencial