miércoles, 30 de noviembre de 2016

NOTICIAS - Íñigo de la Serna sale de gira autonómica para fijar las prioridades del AVE


El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, está llevando a cabo una gira por diversas comunidades autónomas para ajustar de común acuerdo los plazos de entrada en funcionamiento de las líneas de alta velocidad ferroviaria que quedaron pendientes en la anterior legislatura. El titular del departamento no quiere asumir ningún compromiso 'a priori', y prefiere encontrar una vía ancha de negociación con los distintos gobiernos regionales que asegure las inversiones necesarias dentro de los planes de estabilidad presupuestaria comprometidos por España con la Comisión Europea.

La primera parada en la ronda de contactos del ministro ha sido Murcia, adonde el AVE está previsto que llegue a finales del próximo año 2017. Íñigo de la Serna se reunió la pasada semana con el presidente de la comunidad, Pedro Antonio Sánchez, dentro de una estrategia que tiene por objeto la puesta en marcha de un pacto nacional sobre infraestructuras y transporte. El ministro continuará en los próximos días su particular 'road show' por Castilla y León, con objeto de definir el establecimiento de la línea de alta velocidad entre Venta de Baños y Burgos.

Otra de las prioridades con que el ministro ha tomado posesión de su cargo es la célebre Y ferroviaria del País Vasco, un proyecto que el Gobierno quiere impulsar de manera definitiva en los próximos meses. A tal efecto, Íñigo de la Serna ha manifestado públicamente su deseo de celebrar un encuentro cuanto antes con los responsables del equipo que preside Iñigo Urkullu. En un principio, la entrada en funcionamiento de esta infraestructura está marcada en el calendario político para el año 2019.

Los otros grandes proyectos anunciados por la exministra de Fomento Ana Pastor, cuya materialización definitiva tendrá que ser convalidada por el nuevo responsable ministerial, corresponden al corredor del Mediterráneo dentro del tramo Tarragona-Vandellós, el ramal de Antequera a Granada, la conexión de Zamora y Puebla de Sanabria y la variante de Pajares. A partir de ahí se encuentran también en una fase avanzada de obras el AVE a Galicia, con la extensión de Puebla de Sanabria a Ourense, la prolongación de Murcia a Almería y la línea de Plasencia a Badajoz, en Extremadura.

El desarrollo de todos estos proyectos supone un incremento potencial de demanda que, según el ministro, justifica la compra de los nuevos trenes de alta velocidad que este lunes fueron adjudicados por Renfe a la empresa española Talgo. El pedido supone en una primera fase la contratación de 15 trenes y su mantenimiento a 30 años por un importe de 786,5 millones. La licitación establece la opción de compra de otros 15 trenes y la ampliación del mantenimiento a 40 años. Los nuevos trenes se incorporarán a la red ferroviaria española a primeros de 2020.

Íñigo de la Serna destacó el lunes las prestaciones del material rodante ofrecido por Talgo, que calificó como “el tren más moderno de cuantos puedan existir en el mercado”. El fabricante español ha conseguido la mejor puntuación técnica y económica en la licitación internacional que fue convocada hace ahora un año, superando de largo a las dos grandes multinacionales de la alta velocidad, como son la francesa Alstom y la alemana Siemens. El tren de Talgo cuesta 22,5 millones de euros, mientras que los de sus rivales se sitúan en torno a los 31, lo que supone también un ahorro muy importante para Renfe de cara al proceso de liberalización sectorial. El Gobierno no tiene clara la necesidad de abordar ahora un proceso de privatización, pero es consciente de que la apertura del mercado constituye una obligación ineludible anunciada por la Unión Europea para 2020.

El presidente de Talgo, Carlos Palacio Oriol, señaló el lunes que la compañía ha invertido más de 50 millones de euros durante ocho años para desarrollar un tren que permite transportar a más de 600 pasajeros en un solo viaje. El Avril, en su nueva versión actualizada, constituye el tren más avanzado y sostenible del mundo en estos momentos. Talgo ha conseguido sorprender a propios y extraños con una propuesta que otorga, por fin, carta de naturaleza a un fabricante español en un sector estratégico de futuro como es la alta velocidad ferroviaria. De momento, y según el ministro, el 'contrato del siglo' de Renfe va a suponer la creación de 1.000 puestos de trabajo en nuestro país, aparte de los 100 empleos anuales que generará el mantenimiento conjunto entre la operadora y su flamante proveedor de trenes.

Fuente: Periódico digital El Confidencial