martes, 16 de agosto de 2016

NOTICIAS - Verdades y mentiras del tranvía de Parla: no hay culpables penales, puede haber multas


Las investigaciones sobre el tranvía de Parla (localidad del sur de Madrid) han cerrado un capítulo, pero la 'novela' continúa y aún está muy lejos de finalizar. El Tribunal de Cuentas hizo público en julio el informe que analiza el proyecto y la financiación, descartando irregularidades penales por parte del equipo municipal del PSOE dirigido por Tomás Gómez, ex secretario general de los socialistas madrileños y ex alcalde de este municipio. Un informe que ha tenido varias lecturas. El propio Gómez lo ha utilizado para cargar contra Pedro Sánchez, al que ha exigido un disculpa pública "por el daño que me ha hecho a mí y a mi familia, al poner en duda mi honorabilidad". Gómez sostiene que el informe le exonera, y limpia el ultraje que supuso 'el destierro' que ordenó la dirección federal en febrero de 2015, cuando le apartó del Partido Socialista de Madrid por las sospechas de su gestión en Parla.

Sin embargo, el asunto no está resuelto. Ni mucho menos. "Efectivamente, no se ha encontrado responsabilidad penal fruto de una malversación o alcance, término que utilizamos, pero el informe sí describe que hubo una mala gestión. Si hubiera habido malversación el caso se hubiera desviado a la jurisdicción penal. No obstante, esto no significa que todo se acaba aquí. Una vez aprobado el informe, el fiscal puede solicitar que se inicie un procedimiento para investigar otras posibles irregularidades", señalan fuentes del tribunal.

De hecho, la Fiscalía sí aprecia responsabilidades contables en los "proyectos complementarios" o sobrecostes del proyecto, 36 millones de euros (IVA no incluido) que incrementaron el precio inicial del tranvía un 39%. También aprecia responsabilidad contable en el sistema que se eligió para retribuir al concesionario y en la morosidad de ciertos pagos. El caso pasa ahora a la Sección de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas, que deberá nombrar un instructor que deberá determinar con nombres y apellidos los responsables de las irregularidades que se examinen. Está previsto que el instructor sea designado en septiembre. El procedimiento puede concluir en sanciones económicas para los responsables.

Se abre así un nuevo capítulo. Uno más. Hay otros sin cerrar, ya que los sobrecostes del tranvía se están dirimiendo actualmente en dos juzgados. El de instrucción número 5 de Parla inició el caso tras la denuncia de la Fiscalía de Madrid, que presentó una querella en abril de 2014 por prevaricación y malversación basándose en un primer informe de la Cámara de Cuentas. Por su parte, el PP de Parla puso otra denuncia en noviembre de 2013, que instruye el juzgado Contencioso-Administrativo número 31 de Madrid.

Estas son las principales conclusiones del informe del Tribunal de Cuentas, que ocupa más de 200 folios.

Sobrecostes sin justificar

El tranvía fue adjudicado en agosto de 2005 por 93,5 millones de euros (IVA no incluido). La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento, en sesiones de 22 de diciembre de 2006 y 29 de junio de 2009, aprobó modificaciones al proyecto inicial: 36.097.294 euros, IVA no incluido, lo que supuso un incremento del 38,6%. "En ninguna de las modificaciones del contrato se justificó debidamente que resultaran de necesidades nuevas o causas imprevistas, como requería el artículo 240 del Texto Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas y el pliego del contrato de concesión", reza en su informe el Tribunal de Cuentas. "En algunos casos se debieron a imprecisiones del proyecto original o a modificaciones puntuales de los servicios afectados".

El coste total del tranvía ascendió a 130,7 millones: 0,1 millones por la realización de estudios de previos, 1 millón por el control técnico de las obras y 129,6 millones por las obras de construcción y el suministro del material móvil. El gasto de algunas de las obras complementarias se aprobaron por el Ayuntamiento cuando estaban ya ejecutadas, como ocurrió con la modificación de los aparcamientos disuasorios, la depresión de la M-408, la ampliación de unidades móviles, los honorarios del arquitecto para la coordinación de la adecuación urbanística y ciertas actuaciones de la traza del tranvía.

"El procedimiento no se sujetó a lo regulado por la normativa de contratos, llevándose a cabo las modificaciones sin tramitación de un expediente contractual y al margen de toda publicidad y de la debida concurrencia. En el procedimiento se omitió la emisión de las correspondientes memorias explicativas que justificasen su necesidad, la desviación producida y la improcedencia de la convocatoria de una nueva licitación, así como de los respectivos informes de la Oficina de Supervisión de Proyectos", señala el Tribunal de Cuentas.

Retribución al concesionario

La empresa que se llevó la concesión, Globalvía, recibe cinco tipos de ingresos: subvención de capital, aportaciones a la inversión, billetaje, aportaciones a la explotación e ingresos complementarios. La subvención de capital ascendió a 47 millones aportados por el Ayuntamiento, aunque 42 millones no se contabilizaron en el presupuesto municipal. El Consistorio adelantó dinero a la concesionaria con el argumento de que ello le reportaría "un ahorro de 0,3 millones de euros", cuando la realidad es que el ahorro fue para la empresa: 1,8 millones en costes financieros.

Las aportaciones a la inversión, que se sufragan exclusivamente por el Ayuntamiento, responden a un calendario de pagos variables entre 2007 y 2036 fijado por el concesionario, cuando el pliego de condiciones estipulaba que debían ser cantidades fijas señaladas en la oferta. "El valor actual neto a 1 de enero de 2005 de las aportaciones a la inversión inicialmente contratada fue de 91,7 millones, pero ascendió a 129,6 millones como consecuencia de la revisión de las cuantías producida por la aceptación por el Ayuntamiento de Parla de las modificaciones al proyecto inicial". Las nuevas cuantías se aprobaron por la Junta de Gobierno Local el 25 de julio de 2013, "a pesar de que ya se estaban aplicando en las facturas presentadas por el concesionario desde el 1 de enero de 2011".

La intervención municipal, previamente a la aprobación del calendario, ya advirtió al Ayuntamiento "que sin cumplir con el requisito de consignación presupuestaria y capacidad financiera, no podría atender las obligaciones de pago señaladas en el calendario revisado. El Ayuntamiento no dispuso en ningún ejercicio de crédito suficiente para atender las obligaciones por aportación a la inversión, no cumpliendo a su vencimiento los compromisos adquiridos". Por último, los ingresos complementarios supusieron 32.695,04 euros a favor del concesionario. "El Ayuntamiento no ha ejercitado ningún control sobre estos ingresos".

Presupuestos anulados o prorrogados

Desde que se adjudicó la concesión, en el año 2005, hasta 2014, "el Ayuntamiento de Parla únicamente tuvo debidamente aprobados los presupuestos de 2006, 2008 y 2010" Tres años. Los de 2005, 2007, 2009, 2011 y 2014 o fueron anulados por la Justicia o estaban prorrogados del año anterior, "lo que evidencia que el presupuesto no se utilizó como una herramienta de planificación para llevar a cabo una gestión ordenada y transparente, y que se gestionó al margen de las normas presupuestarias con el correspondiente impacto sobre la estabilidad y la sostenibilidad financiera del Ayuntamiento".

Según el Tribunal de Cuentas, "el Ayuntamiento de Parla no contó con estudios que evaluasen suficientemente los efectos que la construcción y explotación del tranvía producirían sobre la hacienda municipal, sin que dispusiera de crédito suficiente en ningún ejercicio para poder hacer frente a los compromisos adquiridos".

La deuda del tranvía

Con fecha 31 de diciembre de 2014, el tranvía había generado una deuda al Consistorio de 180,5 millones. La concesionaria, por su parte, había recibido 138,6 millones, "de los que 80,3 millones fueron satisfechos en virtud de diferentes medidas de pago a proveedores, que supondrán un coste financiero adicional total de 15,25 millones". La morosidad en el pago de las obligaciones del Ayuntamiento de Parla relativas al tranvía ha generado un incremento de los gastos financieros por intereses.

Fuente: El Confidencial

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