domingo, 18 de octubre de 2009

NOTICIAS-El túnel de la L-5 bajo el Carmel ya está listo y funcionará en 10 meses.

Se respiraba, ayer, cierta sensación de alivio. Tanto a los técnicos como a los políticos se les veía desahogados, descargados por fin de la responsabilidad de hurgar bajo las entrañas del Carmel. El trágico hundimiento del 2005 –que transformó la manera de afrontar la obra pública en Catalunya– les ha perseguido durante todo este tiempo. Por eso, mostrar el túnel de la L-5, recorrer varios centenares de metros a pie y ver cómo ya hay hasta algunas vías colocadas hizo que sacasen pecho. También aprovecharon para anunciar que el metro pasará por esa galería tan especial, entre Horta y Vall d’Hebron, dentro de 10 meses.

La elección del día tampoco fue casual, como el propio president se encargó de señalar. Visitar el túnel cuya construcción provocó un socavón que desalojó a más de 1.200 vecinos solo un día después de la firma del pacto nacional de infraestructuras era «lo más oportuno», sostuvo José Montilla. Junto a él estaban el conseller de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

Trabajos muy lentos.

Los tres responsables pasearon por parte de la galería de 2,5 kilómetros cuya excavación se completó hace varios meses. Previamente, una comitiva de cargos del departamento y de las constructoras había enseñado a la prensa el túnel y detallado algunas de sus características. «En este tramo bajo la calle de Dante no sabíamos que nos encontraríamos, así que hemos trabajado muy, muy lentos», confesó el director de Geologia i Obres Subterrànies de la Generalitat, Jordi Jubany.

La perforación en ese punto era muy delicada ya que está justo al lado del túnel de maniobras que se derrumbó hace casi cinco años. Ayer, esta galería aparecía oscura y semiolvidada en un rincón, como si todos quisiesen dejar definitivamente atrás la pesadilla del Carmel.

"Superado con nota".

La prolongación de la L-5 del suburbano barcelonés, que también conectará con la L-3 en la parada de Vall d’Hebron, tendrá unos 30.000 usuarios al día. «Con esta infraestructura se garantizará el acceso al metro de una Barcelona muy especial, la de las tres colinas», exclamó Jordi Hereu. Con la finalización de las tareas constructivas se supera «con nota» el episodio vivido en el barrio, lo que genera «confianza», según el alcalde.

«El trabajo ha sido muy meticuloso y ha tenido un seguimiento constante», subrayó el conseller Nadal, que cifró el coste final de la prolongación en unos 300 millones de euros. El «buen ritmo» de las obras permitió al responsable de Política Territorial anunciar que el metro pasará por estas hondas estaciones (están situadas hasta a 104 metros de profundidad) dentro de 10 meses, justo antes de las elecciones al Parlament del próximo otoño.

400 metros de vía.

La mayoría de la bóveda del nuevo túnel presenta un aspecto casi definitivo, en algunos sitios hasta con la protección final que se instala en estos casos. También pueden observarse los preandenes, las estructuras que servirán para hacer los accesos a las estaciones o los huecos de los ascensores.

Cerca de la parada de Carmel –las otras dos son Vall d’Hebron, que se amplía, y Coll-Teixonera– se ha comenzado a instalar parte de la vía en un tramo de unos 400 metros. El geólogo Jordi Jubany detalló que se ha colocado una goma especial por debajo para que amortigüe el ruido lo máximo posible. Es la primera vez que se coloca y encarece la factura pero, según sostuvo, está «justificado» por la proximidad de los edificios y la densidad vecinal.

Durante los dos años y medio en los que se ha escarbado bajo el barrio no ha habido quejas, admitía un responsable de las obras, ya sea por la lentitud casi enfermiza de la perforación (¡de hasta un metro a la semana!) o porque los vecinos tampoco acababan de saber en qué lugar trabajaban las máquinas. Sea como fuere, la exhibición de la galería supuso ayer una catarsis colectiva.

Fuente: El Periódico de Catalunya (www.elperiodico.com)